jueves, 10 de julio de 2008

El fracaso de la diplomacia estadounidense en la cuestión iraní

La diplomacia estadounidense en los últimos cuatro años ha estado centrada básicamente en dos cuestiones fundamentales: los programas nucleares de Corea del Norte e Irán. Asimismo, las potencias de Europa, China y Rusia han puesto el mayor empeño en buscar una salida pacífica a estas cuestiones y no alterar la cierta estabilidad política de Medio Oriente, claro exceptuando a Irak y Palestina. Sin embargo, la diplomacia estadounidense ha salido de tono con respecto a la de otros países como Rusia y China y se ha preocupado mucho más en defender sus intereses en la zona, que en construir realmente una política que efectivamente pueda disuadir a Irán de no fabricar armas nucleares.
No obstante, parece ser que en recientes días la diplomacia estadounidense está perdiendo protagonismo en la cuestión iraní ya que Europa e Israel están tomando medidas totalmente antagónicas con el objetivo de resolverla. Por su parte, Europa ha formulado un programa de estímulos económicos al país persa con tal de lograr la detención de su programa nuclear. Los máximos dirigentes de la diplomacia europea han entablado contacto directamente con la cúpula iraní y hasta el momento se han podido dilucidar buenos resultados de estas conversaciones ya que el jefe de la política exterior de Irán señaló que es posible que aquel país considere con seriedad y detenimiento la propuesta lanzada por los países europeos. A su vez Israel, cuya política exterior en Medio Oriente es tradicionalmente un apéndice de la norteamericana, recientamente ha salido de la línea seguida por Estados Unidos al mencionar que en cualquier momento el país hebreo podría atacar militarmente las instalaciones nucleares de Irán. En este sentido es importante mencionar que no nada más han sido especulaciones que se han dado en las entrañas de los más altos mandos militares de Israel, sino que han pasado de la palabra a la práctica al realizarse en semanas pasadas grandes ejercicios militares en el Mediterráneo, mostrando así que Israel tiene la capacidad de en cualquier momento atacar objetivos iraníes bien identificados.
El anuncio de un posible ataque judió a las instalaciones nucleares de Irán ha sucitado varias críticas por altos generales del ejército nortamericano. Un general de alto rango señalaba que un ataque de Israel a Irán provocaría irremediablemente la intervención militar estadounidense, hecho que pondría en aprietos a sus unidades acopladas en el Golfo Pérsico ya que abrir un tercer frente en Medio Oriente sería harto riesgoso para las tropas de EU.
La diplomacia vaquera impulsada por George W. Bush lo único que en estos años ha ocasionado en torno a la cuestión iraní, ha sido el crecimiento de las hostilidades entre Irán e Israel. Hostilidades que se ven cristalizadas en la amenaza directa por parte del país hebreo a Irán. A su vez, esto ha causado que en los últimos días el país persa haya probado misiles convencionales de un alcance suficiente para impactar Israel, con el objetivo, en palabras del jefe de la Guardia Revolucionaria (nombre del ejército iraní), de mostrarle al mundo, principalmente a EU e Israel, que Irán está preparado para responder ante cualquier ataque militar (Al Jazeera 9/7/08).
A pesar de las recientes pruebas, altos mandos israelíes han subestimado el alcance de los misiles, considerando que los dirigentes militares de Irán exageran en el alcance del poder de éstos. Además, señalan que el arsenal probado recientemente no representan una amenza directa a la integridad de su país, incluso llegan al grado de comparar el arsenal iraní con el de Líbano y Siria, países que Israel considera inferiores en términos armamentísticos (Haaretz 10/7/08).
En resolución, Estados Unidos ha propiciado cada vez más el posible enfrentamiento militar entre Irán e Israel, que probablemente se pueda llevar a cabo antes de las elecciones presidenciales de noviembre, fracasando así en lograr una salida diplomática al programa nuclear iraní, que dicho sea de paso es con fines civiles y no armamentísticos, no lo digo yo, lo menciona un informe de la CIA dado a conocer meses atras, que señala que en 2003 Irán suspendió definitivamente su programa de armas nucleares.
Las cartas están sobre la mesa, Europa, Rusia y China buscan una salida netamente diplomática a la cuestión, Estados Unidos titubea y apoya la propuesta europea, sin embargo, en palabras de la secretaria de Estado Condoleeza Rice, también apoyaría la vía militar; Israel no vacila y está dispuesto a lanzarse a la odisea militar de manera unilateral.
Será interesante ver en los próximos meses qué tanto control ejerce Estados Unidos sobre la política exterior de su hijo pródigo y si podrá evitar un ataque militar a Irán (apoyado por los "halcones" neoconservadores), lo cual dañaría aún más la imagen estadounidense a nivel internacional.

1 comentario:

Consalvo Ferrante dijo...

La guerra contra Irán sería contraproducente para Israel y los Yankees, ya que el frente de batalla sería insostenible para los gringos y con su presencia militar menguada en la región los israelies perderían peso político y militar en la región.
Por ello dudo que realmente se invada Irán.