viernes, 1 de agosto de 2008

Belgrado: camino libre hacia Bruselas vía Karadzic

Hace aproximadamente un par de semanas se recordó en este espacio el 13° aniversario de la ignominiosa masacre de Srebrenica, cuyo saldo fue de más de 8,000 civiles musulmanes bosnios asesinados a manos de tropas serbobosnias en el marco de la funesta desintegración de Yugoslavia. Casualmente hace no muchos días, el 23 de julio, fue detenido en la República de Serbia el cerebro de esta matanza: Radovan Karadzic, quien en 1995 fungía como presidente de la autoproclamada, pero legal República Serbia de Bosnia Republika Srpska.

Y digo casualmente porque el momento político por el que está atravesando Serbia actualmente es de suma importancia para las aspiraciones europeas de la nación balcánica. El actual gobierno serbio, cuyo origen es el 11 de mayo con las elecciones parlamentarias claramente ganadas por el partido del presidente proeuropeo Boris Tadic, fue formado tras tres meses de complicadas de negociaciones entre proeuropeos (demócratas), pro-rusos (nacionalistas) y socialistas (anteriores camaradas de Slobodan Milosevic), quienes por cierto definieron la balanza en favor de los que se inclinan por un acercamiento a la Unión Europea.

La ilegal, ilegítima, violatoria e unilateral declaración de independencia de Kosovo de febrero pasado fue el acontecimiento que profundizó fuertemente la división en la política exterior serbia de hoy en día. Mientras que el presidente Boris Tadic asumió una posición de rechazo, pero con ánimos de negociación, el primer ministro de ese entonces, Vojislav Kostunica (nacionalista) rechazó, fustigo y reprobó tajantemente el acto, mostrando una clara inclinación hacia un estrecho acercamiento con Rusia para preservar la soberanía integral de Serbia, estipulada claramente en la resolución 1244 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. La cuestión kosovar alejó de momento las aspiraciones serbias de acceder a la Unión Europea y transitó al país a un periodo de incertidumbre política que hoy en día parece haberse clarificado en un diáfano objetivo: formar parte del bloque europeo de naciones.

Ahora bien, las aspiraciones serbias de ocupar un puesto permanente en la UE no son cosa de estos meses. Desde 2006 la política exterior serbia contenía en su agenda las negociaciones con Bruselas (sede de la UE) para un posible asiento permanente, sin embargo, existían ciertos requisitos que le fueron impuestos a Belgrado como indispensables para otorgar la ansiada membresía. El más importante era la entrega al Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia (TPIY) con sede en Den Haag Países Bajos, de dos de los genocidas más importantes de las guerras de los años noventa: Radtko Mladic (militar) y Radovan Karadzic (político).

En consecuencia, el gobierno serbio sabía perfectamente que el único elemento que podía darle el pase directo a Bruselas era la captura tanto de Mladic como Karadzic o en el mejor de los casos de los dos. La comunidad internacional culpó varios años a Serbia de dar protección a los criminales de guerra y aducían, no con candidez, que ambos estaban ocultos en aquel país. Era obvio, no iban a estar ni en Croacia ni en Bosnia, países que tras la desintegración de Yugoslavia han mostrado su rechazo a todo lo que tenga que ver con Serbia y la ortodoxia cristiana.

Si bien es cierto que Karadzic, quien es apodado como “el carnicero de Bosnia”, fue capturado con una identidad totalmente distinta, no es aventurado colegir que gozó de la protección directa del gobierno serbio para evitar su captura y así poder evadir a la justicia internacional cerca de 13 años. Empero, Belgrado tuvo que suspender esta especie de “asilo político ilegal” para concretar sus ambiciones europeas y dar a Occidente muestras de cooperación para resolver lo concerniente a los trágicos episodios de los años noventa, de los cuales Serbia, según la triple moral de occidente, es la máxima culpable de ellos y sus consecuencias (el desastre humanitario en los Balcanes). De hecho, Occidente mostró su benevolencia bienintencionada y mediante el TPIY hace pocos años exoneró a Serbia del delito de genocidio general. De haber sido encontrada culpable, Serbia habría sido el primer y único país en la historia de la humanidad en ser juzgado por semejante infamia.

Así pues, Radovan Karadzic, que seguramente será condenado a cadena perpetua puesto que el TPIY no contempla la pena de muerte, resultó ser ahora una herramienta (el pase directo) del gobierno proeuropeo serbio para lograr sus objetivos en materia exterior y seguir así una línea, que desde la caída de Slobodan Milosevic como dirigente serbio, se había ido trazando.

En resolución, con la captura del ex presidente serbobosnio ganan todos; gana Occidente porque sus instituciones (TPIY, CS, ONU) tienen ahora más que nunca la oportunidad de ganar credibilidad en el manejo de asuntos de alta importancia para la humanidad. Gana Serbia porque a partir de estos momentos tendrá el camino libre para que a más tardar en 2010 forme parte oficialmente de la Unión Europea. El único perdedor aquí se llama Radovan Karadzic, cuyo caso demuestra que en la política todo es útil hasta cierto momento, y que para alcanzar las ambiciones de los dirigentes políticos es necesario deshacerse de cualquier forma de los obstáculos que impidan la concreción de éstas.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Wey, que no se supone que estudias Historia???


Saludos

Dr. Acula dijo...

Hola Emilio.
Primero que nada una disculpa por la querella que sucedió ayer. Desde luego no es justificación, pero me agarraste en un día pésimo en el trabajo, completamente de malas y dispuesto a pelerame por cualquier babosada. En fin, me precio de ser alguien que sabe reconocer cuando se ha equivocado e intentar enmendarlo, helo aquí.
Me queda muy claro que eres una persona muy valiosa, tus escritos te delatan. Evidentemente dominas tu tema, y felicidades por ello. Si, me retracto, tu blog ni es pretensioso ni mucho menos tedioso. La verdad es que es bastante interesante.
Ahora bien, pasando al tema que nos atañe:
Tu argumento acerca de que solo los países con alta disfuncionalidad social permiten la pena de muerte es terriblemente cierto. Terriblemente porque yo, personalmente (sin desacreditar ninguna otra opinión) creo que no debería ser así. Te invito a echarle una leída, si quieres muy somera, al resto de mi blog. Suelo, al igual que tu, abogar por una racionalidad extrema, sin embargo no puedo evitar que a veces mis instintos me dominen y actuar visceralmente. Como bien señalas, mi escrito estaba mucho más motivado por un senitmiento de impotencia e ira que por algo meramente razonado. Ahora bien, sostengo mi punto de que "es muy fácil ponerse filosófico cuabndo alguien más está hecho mierda". Yo tuve la desgracia de sufrir un incedente como el descrito en el blog. Y sí, acepto que el único tema que no pasa por mi mente es la razón. Quiero venganza.
Lo acepto, lo reconozco y lo entiendo como una reacción natural en mi. En fin, probablemente el que tenga razón eres tu, que lo puedes ver como un espectador externo y no inmiscuído en el asunto. Y creeme Emilio que no te lo deseo, ni a ti ni a nadie.
Para cerrar este tema estoy dispuesto a recibir cualquier opinión tuya, asi como se que tu me recibirás bien comentando en tu espacio; pero hay cosas que si me gustaría aclarar contigo:
La tónica de mi blog, que tan despreocupadamente tachas de vulgar y no elegante, no es necesariamente eso. Me queda muy claro que el tuyo tiene una intención muy distinta, que es la de informar, el mío no. Salvo los últimos escritos, suele tener un aire completamente informal y amiguero, no lo niego. Si escribiera asi en una revista de divulgación científica tendrías todo el derecho de escupirme en la cara. Pero, amigo mío, no es el caso.
Y respecto a lo de Dios, insisto: lee el resto y entiende el contexto general. Me da la impresión, espero no equivocarme, de que tu creciste en un ambiente sumamente tolerante. Ok, yo no. Vengo de una familia catalana completamente opus dei. No tienes idea de lo que es que cada día de tu vida, sin un segundo de descanso, intenten evangelizarte por las malas. Si, tengo un odio visceral hacia las religiones, particularmente la católica. De eso si ni me retracto ni me arrepiento: estoy plenamente convencido de cuanto he deicho de la relgigión, y más.
En fin, Emilio, espero este comment quede como una señal de buena fe, de respeto y tolerancia.

Ciao, espero escuchar de ti pronto.

Pd. Si de algo te puede servir mi opinión, escúchala: cuando no estés de acuerdo con algo (lo cual es muuuy bello, viva la difference) exprésalo sin ser hiriente ni grosero. Usar buen lenguaje no deja a un lado el insulto como, perdóname que te lo diga, fue el caso de tu comment.